There will be
time, there will be time
To prepare a
face to meet the faces that you meet;
There will be
time to murder and create.
T. S. Eliot
Lo fatal es perderse en el
encontronazo de las máscaras, hacer del universo un carrusel teñido con
licores, agruparnos al rostro de quienes son apenas huellas leves. Lo fatal es
el hábito del doble, ese no ser que somos amparados en ellos, los más fuertes, los que blanden espadas, los que la luz
deforman a su antojo. Adentro nos guardamos la confianza, el lema aprendido en
el colegio sobre la voluntad, sobre el rigor del tiempo para hacer madurar los
escorpiones. Por eso nos vestimos para el baile: nos ponemos la banda de la
gloria, la levita vacía, la sonrisa escolar que no olvidamos; y salimos al
mundo a regalar mejillas, a prepararlo todo para la cachetada, a que el prójimo
encuentre un alivio en nosotros, cuando él es tanto escarnio como nuestra
rutina, tanto truco en el aire, tanto miedo. Habrá tiempo, habrá tiempo, pero
¿cuál es el tiempo de los fieles?§,
¿dónde van a fundirse los venablos con el arpa, el rencor, las madres usurpadas
por la reliquia de las fundaciones? Seguro que habrá tiempo, mas el límite
existe y nos provoca: hace falta indagar en el signo de los procuradores, de
las hembras tardías, de los soldados hechos para morir sin patria, de aquellos
escultores con que nos seducían, al principio del hombre –fin de nosotros
mismos—las estatuas. Lo fatal es no haberse maquillado, no elucubrar una
barrera entre Yo, Tú y Los
Otros; lo fatal es querer estar unidos, formar un grupo inmenso, una horda
feroz, indestructible. Habrá tiempo también para las soledades, el pesimismo,
el llanto, para las miserias más lúcidas y audaces, porque el tiempo es tan
cruel que es inexacto, finito, manuable como un arco para cazar insomnios.
Entonces: fuerza y fe, disfraz y continencia, elegancia proscrita en cada acto;
lo demás es historia, es conciencia, es legado, y no hay más libertad que
sembrar hasta el crimen el amor que mañana puede sernos mortífero.
(De El mendigo de Dios, Editorial Oriente, 2004)
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